El conocimiento del bien y el mal. El pecado original.

<<Dios les dice a Adán y Eva que no coman el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si ésta era la única forma en que podían llegar a distinguir la diferencia entre el bien y el mal, ¿cómo iban a saber que era incorrecto desobedecer a Dios y comer la fruta?>>  

(Laurie Lynn)

Muchas veces escuchamos frases de este tipo que demuestran una total ignorancia sobre la Biblia. La ignorancia es el mayor arma del Enemigo, es por eso que mi deber es combatirlo destruyendo la ignorancia al refutar tan desafortunadas citas.

Cuando Dios creó el Jardín del Edén puso en él árboles frutales de todas las variedades, desde el banano inteligenemente diseñado para que su rico fruto encaje perfectamente en la mano, hasta el cocotero perfectamente diseñado para... hummm.

En fin, si algo descubrió Adán sobre los cocoteros en sus primeros días de superviviente fue que no te podías quedar dormido bajo uno de ellos so riesgo de que un coco se desprendiese y te rompiera el idem.

Se dice que el verdadero descubridor de ley de la gravedad no fue Isaac Newton, sinó un  hawaiano que sesteaba bajo una palmera y que desafortunadamente no sobrevivió al descubrimiento.

Puso Dios también en un momento de explosión creativa el Árbol de la Vida, que permitía la vida eterna a quien comiera sus frutos. Muchos científicos locos ateos han desperdiciado la suya inmersos en lúgubres laboratorios en busca del elixir de la eterna juventud, pero la Biblia revela que el secreto está siguiendo la linea del Éufrates, en un huerto custodiado por una espada flamígera que se mueve de lado a lado. Esa tierra actualmente conocida con el nombre de Irak es una tierra de enemigos del Señor, pero gracias a su Eterna Gloria se está llevando a cabo desde 2003 su liberación por una nación cristiana.

Ejército de liberación buscando las armas de destrucción masiva en Irak

El último árbol que plantó Dios en su momento más inspirado, y el más importante de todos, fue el Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal, gracias al cual pudimos salir de la insulsa y adormecida vida bucólica del paraíso y descubrir el romántico camino del sufrimiento y la recompensa del cielo eterno. Camino que Cristo nos mostró.

Mucha gente cree erróneamente que Adam y Eva no sabían que obraban mal cuando desobedecieron a Dios comiendo del fruto del conocimiento del bien y el mal, puesto que precisamente no conocían el bien y el mal. La gente que piensa así vuelve a ser tentada por la serpiente y sus mentiras.

Ustedes pueden fijarse en el resto de los animales de la creación para comprender que son criaturas amorales. Un perro no comprende el mal que hay en morder unos zapatos o la pata de una silla, sin embargo sabe que su dueño no quiere ese comportamiento y eso le basta para obedecer. Un perro es capaz de discernir su deber sin conocer por que está mal mordisquear enseres domésticos. Y perdonen que compare al hombre con una criatura desprovista de alma e inteligencia como es un perro.

El hombre en su estado primigenio  no emitía juicios de moral, al igual que un niño pequeño que golpea a un animalillo sin comprender el mal en sus actos. De hecho Adam fue sorprendido por Dios haciéndole cosas a una cabra sin el menor signo de pudor, y alegremente le saludó "Hola Dios".  Fue en ese momento cuando Dios pensó en crear una mujer.

“la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a la vista, y árbol codiciable…” (Génesis 3:6-7)

Mucha gente confunde el pecado original con el sexo. Esto es otro error común.

Dios aprueba el sexo, siempre que se practique con una mujer de nuestra propiedad en edad fértil, se haga en la postura de misionero y sea para fines reproductivos.

El pecado original fue planteado por la serpiente en forma de duda, despertado por la mujer en forma de cuestionamiento y finalmente consumado con la ingesta del Fruto. Nótese que la mujer respondió en un principio a la serpiente que no debía de comer del árbol porque Dios así lo había ordenado. (Génesis 3:3)

Pero cedió, y tras aquella desobediencia empezó a cuestionarlo todo, comenzando desde el primer momento por mostrar inconformismo con su natural desnudez. Hoy día ya no se limitan a taparse sus partes con una hoja de parra sinó que gastan fortunas en vestidos y complementos.

Hemos perdido el Edén debido a la adquirida capacidad de adoptar nuestra propia moralidad  y de querer vivir nuestro propio camino del ninja al margen de Dios.

 Incluso la persona más humilde y recta en el camino de Cristo se puede sorprender a si misma haciendo un juicio de valor sobre el aborto o el uso del preservativo, y aun cuando sus conclusiones sean similares a las dictadas por Dios, razonar sus designios es completamente innecesario (y además pecado). Porque poco importan las conclusiones a las que lleguemos por nosotros mismos desde nuestra limitada perspectiva, lo que verdaderamente importa es la Verdad de Dios, la cual debemos obedecer ciegamente.

Resumen de enseñanzas 

• El primer libro de la Biblia enseña como la desobediencia a Dios causa la muerte.
• Debemos obedecer a Dios sin cuestionar sus designios, pues el cuestionamiento y el razonamiento son el fruto del engaño de la serpiente y nos pueden llevar a ideas equivocadas.
• Las ideas propias son el mayor aliado de Satan. Aquel que cree tener su propia moral al margen de la Palabra de Dios está condenado a la muerte y las tinieblas.
• La Biblia es la Palabra Viva de Dios.
• Necesitamos la ayuda del Espíritu Santo y de la Iglesia para entender bien la Biblia y no interpretarla incorrectamente.
• Debemos acudir a la Iglesia con regularidad y diezmar voluntariamente para colaborar con su labor.

 

Dios les bendice.

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